viernes, 2 de marzo de 2012

De España a la India en un Ford modelo A

Paso por el Valle de Bamián en Afghanistan con los Budas tallados
    (Resumido del libro EL GARAGE NACIONAL, de César Oliver Monteso)
   
            En 1936 tres españoles, V. Salas, una amiga, y el mecánico Juan Lerma, oriundos de Zarauz ( Guipúzcoa) se decidieron a viajar hasta la India en un Ford A. Para ello acondicionaron un furgón ( posíblemente un 79-A, Panel Delivery) matrícula SS-7688, con su equipaje personal y un gran número de objetos, tiendas de campaña, colchonetas, víveres, utensilios de cocina , piezas de recambio, depósitos suplementarios de gasolina, latas de aceite y agua, neumáticos, etc., teniendo muy presente que todo exceso de peso podía comprometer el éxito de la operación.
              La salida se produjo en San Sebastián el 8 de Abril, atravesando Francia en dirección Toulouse, Niza, cruzando por Italia, para proseguir por Génova, Milán, Venecia, hasta llegar a Trieste y después a Belgrado en Yugoslavia. 
            Las carreteras de Francia e Italia eran magníficas, no así
 en Yugoslavia y Bulgaria donde se encontraron caminos intransitables y llenos de barro pero por fin, ya en Turquía consiguieron llegar a Constantinopla aunque las ballestas del furgón estaban destrozadas. 
            En un par de días las tuvieron reparadas y atravesando el Bósforo se dirigieron hacia Siria. Quince días les costo atravesar Turquia pero por fin se encontraron en Siria, un país civilizado, con buenas carreteras y hoteles decentes donde fueron muy bien atendidos y, después de pasar unos días en Damasco, continuaron hacia Bagdad atravesando el desierto de Siria y teniendo que dar un gran rodeo debido al desbordamiento del río Eúfrates. Ya en esta ciudad dieron por terminada la primera parte del viaje. 
            Después de descansar unos días emprendieron el camino hacia Persia, unos 1000 kmtrs. divididos en tres etapas hasta Teherán, a la que llegaron después de salvar algunos inconvenientes en la frontera persa. 
            A pesar de las advertencias, que les recomendaban no hacerlo, salieron hacia Afghanistán atravesando el desierto de Shurgaz, y siguieron a pesar de la falta de agua, la temperatura abrasadora y las tormentas de arena, donde las ruedas se hundían más y más en una ruta de 400 kmtrs.
            Aunque a ellos no les había ocurrido nada hasta ahora, el chasis del furgón se partió en dos, pero sujeto con alambres y cuerdas pudieron llegar a Zahedan, ya en Afghanistán, donde tuvieron que estar cinco días para poder repararlo en una herrería, después que el mecánico Juan Lerma desmontase la carrocería, pudiendo así llegar a Kandahar, donde fueron recibidos cordialmente y alojados en el Palacio del Gobernador.
             Salieron de Kandahar, dirección Kabul por una carretera estrecha y mal cuidada, pero que comparada con las anteriores parecía una autopista. Desde Kabul por la carretera del Khyber Pass, magníficamente asfaltada y pasando por Peshawar se dirigieron a Cachemira, ya en la India, descansando unos días en Srinagar. 
             Enterados del estallido de la Guerra Civil en España, decidieron volver por la ruta más corta, dirigiéndose hacia Bombay pasando por Delhi y viendo de pasada el Taj Mahal. 
             El 3 de Agosto embarcaron en el "Victoria" llegando a Nápoles el día 16 de Agosto, desde donde regresaron a España por carretera llegando a San Sebastián el 10 de Septiembre, dando por finalizada la aventura.

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